miércoles, 11 de noviembre de 2015


Dr. Jaime Roldos Aguilera

 
Nació en Guayaquil el 5 de noviembre de 1940, sus padres fueron el Lcdo. Santiago Roldós Soria y señora Victoria Aguilera Mouton de Roldós; sus hermanos: Dr. Santiago Roldós Aguilera (fallecido en un lamentable accidente de tránsito), Lida. Mariana Roldós Aguilera y el Ab. León Roldós Aguilera (elegido por la H. Cámara Nacional de Representantes Vicepresidente de la República.- I-VI-81). Contrajo matrimonio con la Ab. Martha Bucaram Ortiz. Jaime Roldós Aguilera conoció a su cónyuge en las aulas universitarias; Martha y Jaime Roldós el día en que hicieron la promesa matrimonial abril de 1962, se juraron mantenerse unidos en el triunfo o en la derrota, en la alegría y el dolor; unidos en la vida hasta que la muerte los "separe"; pero en esta pareja ejemplar ni la muerte los separó, porque juntos murieron para ir a otra vida, porque "detrás de un gran hombre hay una gran mujer".
Los esposos Roldós Bucaram tuvieron tres hijos que a su muerte se computaron la siguiente edad: Martha de 17 años, Diana de 16 años, Santiago Roldós Bucaram de 11 años.
Su educación secundaria cursó en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte de Guayaquil, aquí recibió el Gran Premio "Vicente Rocafuerte" y mejor Bachiller Vicentino. Luego siguió Jurisprudencia y Ciencias Sociales en la Universidad de Guayaquil, aquí se le entregó el Premio Contenta de la Universidad de Guayaquil.
Jaime Roldós Aguilera fue considerado durante todos los años de estudios para el premio "La Filantrópica" de la Benemérita Sociedad Filantrópica del Guayas.
Jaime Roldós Aguilera desempeñó las siguientes dignidades y cargos: Presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), Vicepresidente y luego Presidente de la Asociación Escuela de Derecho de la Universidad de Guayaquil. Secretario Ejecutivo de la Confederación de Abogados Andinos. Profesor del Colegio Nacional "Vicente Rocafuerte", Rector designado del Vicente Rocafuerte, a petición de "profesores y alumnos, pero se excusó. Profesor de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte y Universidad Católica de Guayaquil, Diputado de la República en 1968, reelecto en 1970. Vocal de la Segunda Comisión de Reestructuración Jurídica del Estado en 1977. Vocal de la Comisión de Reformas Constitucionales del Congreso Nacional. Jefe Nacional de la Acción Política de Concentración de Fuerzas Populares (CFP). Director (CFP). Director del Departamento Municipal de Desarrollo de la Comunidad en 1968. Jefe Nacional de la Sección Humanidades Modernas del Ministerio de Educación, en 1966; Presidente Constitucional del Ecuador desde el 10 de agosto de 1979 hasta el 24 de mayo de 1981 (falleció trágicamente en servicio de sus altas funciones).
Desde el instante supremo de la muerte de Jaime Roldós Aguilera son difíciles sus dimensiones exactas de las reacciones que la historia nacional y continental recogió en sus anales. Aunque fue corto su paso por el poder, el tiempo inexorable agigantará su figura. Junto al pueblo ecuatoriano estuvo el pueblo de todo el continente para receptar con profundidad el pensamiento sincero de este humanista Jaime Roldós Aguilera; su prematuro fallecimiento conmovió a pueblos y gobiernos de otras latitudes. El pensamiento de Roldós traspasó las fronteras; mucho más aún cuando tuvo la oportunidad de hablar en Santa Martha - Colombia y la República de México. Su lucha denominada, pertinaz y exótica no permaneció cautiva, se abrió paso en medio de la maraña y la convulsión contemporáneas. Fue un hombre de América, así lo sintió nuestro Continente, sus más preclaros gobernantes y sus pueblos. Su vigor, su fortaleza fueron incomparables. No conoció el descanso ni el sosiego, su vida estuvo consagrada a su país y al pueblo, a sus emergencias y necesidades. Fueron inútiles los consejos de sus colaboradores que trataron que su gestión gubernamental procure una pausa y el descanso necesarios. No existieron jamás días de reposo y tranquilidad para el Presidente. Si alguna vez se vio afligido y conmovido fue en la época de la emergencia con el Perú a raíz de las agresiones sufridas por el Ecuador manteniendo la dignidad; el Ecuador guarda y guardará el recuerdo de un hombre que supo alcanzar las páginas imperecederas de la historia nacional. Muchas obras realizó en su corto pero fructífero Gobierno: puentes como El Juncal en el límite de las provincias del Carchi- Imbabura; impulsó el proyecto Pita Tambo; terminó e inauguró la carretera asfaltada Ambato-Guaranda; con éxito se cumplió el Plan masivo de Alfabetización y el Programa de Desayuno Escolar, etc..
Su esposa abogada Martha Bucaram de Roldós fue una fiel compañera que varias veces cumplió con representaciones nacionales e internacionales; una mujer política y de las más destacadas del país.
Aquí anotamos algunos conceptos sobre la personalidad del Presidente Jaime Roldós Aguilera. Del Presidente: Luis Herrera Campins - Venezuela: "El Presidente Roldós fue un gran Bolivariano, gran integracionista y gran partidario de la reactivación del Pacto Andino". Julio César Turbay Ayala - Colombia: "Me encuentro inmensamente triste, confundido y aterrado por el fallecimiento que enluta a toda América Latina". Arístides Royo - Panamá: "La América Latina pierde un dirigente joven, progresista y amante de la Paz". Ramón Lucas García - Guatemala: "Deploramos el fallecimiento del estadista Sudamericano". Alfredo Stroessner- Paraguay: "Expreso mi condolencia al Gobierno y al Pueblo del Ecuador por el trágico fallecimiento del Presidente del Ecuador Jaime Roldós Aguilera y el testimonio de nuestra sincera solidaridad en esta hora de dolor y luto de la amiga nación ecuatoriana". Rodrigo Carazo - Costa Rica manifiesta su más profundo dolor por la irreparable pérdida de uno de los baluartes de la democracia en el continente americano, defensor insigne de los derechos de su pueblo". Ronal Reagan - Estados Unidos de Norte América: "El pueblo norteamericano y yo hemos sido conmovidos y entristecidos por la trágica muerte del Presidente Jaime Roldós Aguilera y su esposa, al tiempo en que nos unimos al pueblo ecuatoriano en lamentar esta terrible pérdida". Karl Cartens -República Federal Alemana: "El Ecuador pierde con el Presidente Roldós un personaje, que entregó todo su esfuerzo a la formación de un sistema democrático gubernamental y que fue altamente reconocido fuera de las fronteras del País". José López Portillo - México: "Constructor de una sociedad libre. La semilla democrática sembrada por el mandatario ecuatoriano, seguirá dando frutos en esta región del mundo". Alejandro Orfila - Secretario General de la OEA:. "Con la desaparición del Presidente Roldós, América pierde a uno de sus más jóvenes y brillantes estadistas. La tragedia que enluta al Ecuador es tragedia de toda América". Y así se podría anotar muchos pensamientos más de destacadas personalidades del mundo y la nación, sobre la augusta personalidad de Jaime Roldós Aguilera, pero nos limitamos por falta de espacio.
El 24 de Mayo de 1981, el Presidente Roldós al pronunciar su último discurso manifestó: "Hemos avanzado 21 meses, bajo un gobierno constitucional, cuando significa en países como el nuestro en los que ganar la estabilidad democrática, implica conquistarla día a día .... Ecuatorianos, fuimos serios y honestos. Seguimos siendo serios y honestos en todos y cada uno de nuestros planteamientos. Que no sean las palabras sino las obras, las que den el testimonio de nuestras intenciones, es hora del trabajo, el esfuerzo, la solidaridad, no de los paros, huelgas, amenazas, incomprensión o rumores.
Probemos el amor de la Patria cumpliendo cada quien con nuestro deber. Nuestra gran pasión es y debe ser el Ecuador. Nuestra gran pasión, oídme; es y debe ser el Ecuador. Este Ecuador que no lo queremos enredar en lo intrascendente, sino en lo valeroso, luchador infatigable, forjando un destino de grandeza. El Ecuador heroico que triunfó en Pichincha, el Ecuador de los valerosos de hoy, heroicos luchadores de Paquisha, Machinaza y Mayaycu, inmolados en estas legendarias trincheras. El Ecuador heroico de la Cordillera del Cóndor y el Ecuador entero de Libertad. Este Ecuador amazónico desde siempre y hasta siempre.
"VIVA LA PATRIA"
Los que tuvieron la oportunidad de conversar con Jaime Roldós, encontramos en él una gran calidad humana, sincero, bueno y leal


sábado, 31 de octubre de 2015

Oswaldo Guayasamín nace el 6 de Julio de 1919, en Quito, Ecuador. Fue el mayor de 10 hermanos, hijos de una familia humilde. Su padre, de descendencia indígena, se llamó José Miguel Guayasamín y trabajó primero como tractorista y luego como chofer de taxi. Su madre, Dolores Calero, de descendencia mestiza se dedicó siempre al hogar y a sus hijos.
Su madre muere a los 46 años de una vida de privaciones y pobreza que dejan una profunda huella en un niño de tanta sensibilidad. A sus siete años Oswaldo ya rebela su vocación artística y pinta sus primeras obras, desvelándose por encontrar un lenguaje propio, utilizando leche que le cedía su madre, alimento de su hermano recién nacido, para disolver las pastillas de acuarela.
Sin embargo su vida académica fue complicada. Fue expulsado de seis colegios por “falta de talento” y mientras su padre lo forzaba para que fuese un chico normal, como sus hermanos, que estudiaban una profesión, Guayasamín estudia el rostro -en serio y en broma- de sus maestros que lo sacaban de clase por la ofensa de caricaturizarlos, uno de ellos llegó a decirle «hazte zapatero... porque no sirves para nada». Excepto para pintar.
Con desilusión de parte de su padre, que pierde un doctor en algo, entra en 1933 a la Escuela de Bellas Artes y allí también choca con los moldes y las tradiciones pero pronto es el alumno más destacado y al mismo tiempo el mejor maestro. Sus cuadros impactan a todos cuantos los ven.
Su primer encuentro con la crueldad de la vida, el azote de la violencia y la injusticia de los asesinatos, que le llena de ira y rebeldía el corazón, se plasma en el cuadro que titula "Los Niños Muertos" que recoge la brutal escena de un grupo de cadáveres amontonados en una calle de Quito, entre los que consta un chico de su barrio, su mejor amigo, de apellido Manjarrés, asesinado por una bala perdida.
Desde entonces asume una posición, frente a las crueldades e injusticias de una sociedad que discrimina a los pobres, a los indios, a los negros, a los débiles.
Su nombre y ascendencia indígena, la pobreza de su infancia, el asesinato de su amigo, la crisis agobiante de los años 30, la Revolución Mexicana, la Guerra Civil española, y todo lo que va sucediendo en el mundo le hacen ver y sentir una realidad que se agudiza con el paso del tiempo y frente a la cuál asume una actitud ideológica que se refleja en su concepción plástica y su actitud política.
En 1940 se gradúa de pintor y escultor en la Escuela de Bellas Artes y en 1942 gana sus dos primeros premios, uno, en el Salón Mariano Aguilera. Y el segundo, en 1956, su cuadro “El Ataúd Blanco” gana el Gran Premio de Pintura de la III Bienal Hispano-Americana de Arte.
En 1957 gana también el Primer Premio de la Bienal de Sao Paulo, y a estos se unirían en el futuro, otros premios de reconocimiento internacional.
A su primera exposición asiste Nelson Rockefeller, en ese entonces encargado de Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Queda impresionado con el trabajo de Guayasamín, le compra 5 cuadros y poco después gestiona una invitación para que el pintor visite y exponga en Estados Unidos por 7 meses, tiempo que Guayasamín aprovecha para visitar todos los museos posibles en el país anglosajón y conocer el trabajo de artistas de nivel mundial como El Greco, Goya, Velásquez, Picasso, Renault, Orozco, etc.
Con el dinero ahorrado durante ese tiempo en Estados Unidos, Oswaldo viaja a México con el objetivo de conocer a Orozco a quien admiraba profundamente, durante su visita conoce también a Diego Rivera y de ambos aprende la técnica de pintar al fresco. En ese viaje entabla amistad con el poeta chileno Pablo Neruda.
En 1945 emprende un viaje desde México hasta la Patagonia, recorriendo de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad, haciendo apuntes y dibujos para la que será su primera serie de 103 cuadros, denominada "HUACAYÑAN", que en quechua (una de las lenguas aborígenes de Ecuador), significa "El Camino del Llanto". Esta serie relata la miseria y sufrimiento que Guayasamín vio en los pueblos aborígenes de América Latina durante ese viaje.
A lo largo de su vida viaja a varios sitios en el mundo como China, India, URSS, Egipto, Grecia, y toda Europa, pero especialmente a Cuba, donde germina una gran amistad con Fidel Castro, al que pintó varios retratos.
Aunque nunca se afilia a partido político alguno, siempre milita en las causas de solidaridad con los pueblos oprimidos, en la lucha por la integración latinoamericana, contra las dictaduras, contra los abusos y agresiones de los países poderosos e imperialistas; por la Paz.
En 1961 empieza su segunda serie, “La Edad de la Ira”, con la cual quería mostrar los lugares y hechos que se convirtieron en mataderos de la humanidad durante el siglo XX, como fueron los campos de concentración nazis, la guerra civil española, las dictaduras en América Latina, las bombas de Hiroshima y Nagasaki, las invación a Playa Girón en Cuba, entre otros. Esta serie, decía, - quedará inevitablemente inconclusa, puesto que es parte de un proceso histórico todavía en marcha.
En 1976 crea junto con sus hijos la Fundación Guayasamín, y a través de ella dona al Ecuador todo su patrimonio artístico, con el que organiza tres museos: Arte Precolombino (más de 2.000 piezas), Arte Colonial (más de 500 piezas) y Arte Contemporáneo (con más de 250 obras). En este último se exhiben los cuadros pertenecientes a la Edad de la Ira, la cual fue donada en su totalidad para evitar que se dividiera, como pasó con Huacayñán.
A partir de los años 80 empieza una nueva serie: Mientras Viva Siempre te Recuerdo, también conocida como la Edad de la Ternura o simplemente La Ternura, en homenaje a su madre, la cual da un giro esencial a los trabajos de Guayasamín. Es una declaración de amor a su madre, quien lo apoyó desde el principio a ser pintor, un “homenaje a la mujer de la tierra, una defensa de la vida, la defensa de los Derechos Humanos”.
Realizó exposiciones monumentales -más de 200 individuales- en los museos más importantes de Francia, España, Italia, la ex-URSS, Polonia, Checoslovaquia, Bulgaria, México, Cuba, Colombia, Venezuela, Perú, Chile, Argentina, etc. Pintó a grandes personajes contemporáneos, escritores, artistas, políticos, estadistas. Entre ellos se destacan Juan Ramón Jiménez, Pablo Neruda, Juan Rulfo, Gabriela Mistral, Fidel Castro, Benjamín Carrión, Gabriel García Márquez, Ernesto Cardenal, Danielle y Françoise Mitterrand, el Rey Juan Carlos de España, la Princesa Carolina de Mónaco y muchos otros como para llenar un libro. Este libro, en efecto, existe.
Los críticos y coleccionistas, los personajes mundiales, consideran que la fecunda y personalísima obra de Guayasamín -cuya identidad es universal e inconfundible- trascenderá porque en ella está reflejada, con ira y con ternura, la imagen de «EL TIEMPO QUE ME HA TOCADO VIVIR», como decía el propio Guayasamín en un libro editado por el Instituto de Cooperación Iberoamericano de España.
A partir de 1996 inicia en Quito su obra más importante, el espacio arquitectónico denominado "La Capilla del Hombre" como un homenaje al ser humano, especialmente al pueblo latinoamericano con su sufrimiento, luchas y logros, pasando por el mundo precolombino, la conquista, la colonia y el mestizaje.
Oswaldo Guayasamín fallece el 10 de marzo de 1999, aún sin ver finalizada su obra máxima, La Capilla del Hombre, cuya primera fase se inauguró en el 2002. Este proyecto fue declarado por la UNESCO como "prioritario para la Cultura" y fue ejecutada con aportes de entidades de Ecuador, Chile, Bolivia, Venezuela y con la solidaridad de artistas -cantantes y pintores- de Hispanoamérica con la donación de obras y la realización de festivales musicales.
Sus cenizas descansan bajo el denominado “Árbol de la Vida”, un árbol de pino plantado por el mismo Guayasamín en la casa en que vivió sus últimos 20 años, dentro de una vasija de barro.


-OSWALDO WAYASAMIN
Yo llore por que no tenia zapatos
hasta que vi un niño sin pies